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miércoles, 15 de octubre de 2008

No son buenas noticias

No son buenas noticias El FPLP( Frente Popular para la liberación de Palestina) amenaza de muerte a Lieberman, jefe del partido de derechas Israel Beteinu. Recordemos que el movimiento es responsable del asesinato del que fuera ministro de turismo Rehavam Zeevi, en el 2001.

Por otros motivos adicionales tampoco lo son Parece que el embajador de Alemania en Iran Herbert Honsowitz, autoriza a un agregado militar de su Embajada en Teherán, a asistir a una manifestación antiisraeli, uno de cuyos lemas era. “Israel debe ser borrado del mapa” El ministro alemán de AA EE, Frank-Walter Steinmeier, ha llamado a su embajador Honsowitz a consultas, tras conocer lo sucedido. Veremos

En la prensa local quiero mencionarles dos artículos
"Me gustaría conocer su nombre" de Pilar Rahola


Hace pocas semanas, por poner el ejemplo más grotesco, el clérigo saudí
Mohamed al Munajid emitió un edicto contra Mickey Mouse, a quien considera
*Un soldado de Satán*



Nos habiamos olvidado de estas cosas, desde la época de la extinta URSS, cuando se tachaba a Walt Disney de pernicioso agente del capitalismo. Cambian los agentes y las acusaciones, pero las religiones comme il faut, jamás se olvidan de las creaciones Disney.


El otro artículo aparece en la revista de Libertaddigital , se debe a la pluma de Julián Schvindlerman Elie Wiesel y la preservación de la memoria

"Dime –le pregunta el niño que alguna vez fue–, ¿qué has hecho con mi futuro? ¿Qué has hecho con tu vida?". Y él responde que lo ha intentado. Que ha tratado de mantener viva la memoria. Que ha procurado luchar contra los que quieren olvidar. "Porque si olvidamos", advertirá al Comité Nobel en 1986, "somos culpables, somos cómplices". Él es Elie Wiesel.
“Jamás olvidaré esa noche, esa primera noche en el campo de concentración que hizo de mi vida una sola larga noche bajo siete vueltas de llave. Jamás olvidaré ese silencio nocturno que me quitó para siempre las ganas de vivir. Jamás olvidaré esos instantes que asesinaron a mi Dios y mi alma, y mis sueños, que adquirieron el rostro del desierto. Jamás lo olvidaré, aunque me condenaran a vivir tanto como Dios. Jamás."




Una escena de la película "el tren de la vida"


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