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miércoles, 1 de octubre de 2008

La infecunda masendumbre

Si ayer aplaudimos el valiente artículo de Juaristi y la actitud de Paul Mc Cartney no cediendo a las amenazas, hoy leemos a Gustavo Perednik en su recien publicado artículo para la revista Catoblepas

“Cuando Israel cumplió medio siglo, el Secretario General del Hezbolá, Hasán Nasrallah, transmitió al mundo un diáfano quejido por «la catástrofe histórica del establecimiento en la tierra de Palestina del Estado de los nietos de monos y cerdos».

En efecto, la equiparación de judíos con animales es frecuente no sólo en la literatura nazi, sino también en el actual mundo árabe-musulmán, que a veces busca su fundamento en tres suras del Corán (2:65, 5:60, y 7:166), según las cuales Alá habría penado a los judíos transformándolos en bestias”

En un reportaje al diario The Age (22 de agosto de 2008), insistió en que la chanchada es legítima, que la culpable es la política israelí, y que por ello tampoco hay que objetar que rabinos sean presentados como asesinos de niños cristianos, sedientos de sangre infantil para sus ritos pascuales... La equiparación entre judíos y cerdos no es condenada en la prensa europea, aunque es reiterada por líderes árabes. La pregonan en sus mezquitas jeques como Saíd Tantawi, de Al-Azhar, y el saudí Abd Al-Rahman Al-Sudais, imán de Al-Haraam, la principal mezquita de La Meca”

El resto del artículo lleva a Perednik a una reflexión sobre la relativización del tema :” El profesor Mordejai Nisán, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en su libro Las minorías en Oriente Medio (2002), denomina al fenómeno el "síndrome del dhimmi".

Un ejemplo:

Curiosamente, tras el encuentro interreligioso que patrocinara en Madrid, Arabia Saudí, el 17 de julio de 2008 .... "país, que prohíbe absolutamente toda expresión religiosa no-islámica, pésimo candidato puede ser para liderar un diálogo de mutuo respeto. Sin embargo, ello no obstó para que cristianos y judíos participaran del acto sin protestar . Con todo, lo más grave no fue que no se denunciara la brutalidad saudí en materia religiosa, ni el boicot antiisraelí que impidiera que se invitara a dignatarios israelíes a asistir al evento.”

Este es el país que promociona la Alianza de Civilizaciones, dónde “Cabe traer un ejemplo adicional, esta vez español. Martín Varsavsky, escribe una justa y tardía reacción contra la judeofobia del diario El País. En su texto, el autor necesita asegurarse el permiso de criticar por medio de impecables credenciales contra Israel: que criticó al país hebreo, donó fondos para la reconstrucción de El Líbano, y financia la publicación de escritos antiisraelíes de palestinos e iraníes. Como si los medios no estuvieran superpoblados de antiisraelismo y no hiciera falta, precisamente, que se estimulen las páginas que muestren «la voz judía», como intenta hacer esta columna”

Lean el resto del artículo La infecunda masedumbre Vale la pena


4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

esto me hace reflexionar, gracias por esta lucidez tan extraña de encontrar en estos tiempos.

Neguev and me dijo...

Mire Renton, le agradezco mucho que se haya pasado por mi blog, pero sepa que no voy a trivializar el tema, ni este ni otros. Si usted prefiere tomárselo a chirigota es su problema.

Anónimo dijo...

Perdón, no quise trivializar...

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