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lunes, 2 de julio de 2007

Frente a la Embajada de Irán











Foto: Agustín Catalán

El Periodista Hermann Tertsch leyó el siguiente manifiesto:















Los aquí reunidos queremos expresar nuestro apoyo al estado y al pueblo de Israel ante la nueva amenaza del presidente de Irán en la que afirma que “ha empezado la cuenta atrás” para la destrucción de Israel. Consideramos que todos los países tienen derecho a vivir en paz. La amenaza del régimen iraní acentúa las dudas de la comunidad internacional sobre la naturaleza pacífica de su programa nuclear, un programa que, de acuerdo a las Naciones Unidas, viola el Tratado de No Proliferación.La comunidad internacional y la opinión pública española deben condenar sin paliativos la amenaza del presidente de Irán, un líder fanático y teocrático, de cuya intolerancia es también víctima el pueblo iraní. El llamamiento del mandatario iraní es, además, un aliento a quienes practican el terrorismo. Sólo con la firmeza y la determinación de todos los que creemos en la paz y la libertad podremos hacer frente a los extremistas.La amenaza de destruir un país miembro de la ONU por parte de un jefe de estado es contraria a la Carta de las propias Naciones Unidas. Hacemos un llamamiento a la Comunidad Internacional para que frene el programa nuclear de Irán, para que condene de forma clara e inequívoca la amenaza de destruir Israel, para que exija el cumplimiento de los derechos humanos en Irán.En este sentido queremos hacer público nuestro reconocimiento por el apoyo recibido por todas las organizaciones a este manifiesto y seguimos demandando al pueblo y al gobierno español firmeza en la condena de las agresiones del Presidente de Irán contra Israel.Ante las amenazas del presidente de Irán, nosotros proclamamos el derecho de Israel a existir y manifestamos nuestros deseos de paz para todos.Ante la amenaza de destrucción, hoy, todos somos Israel.Por la libertad, los derechos humanos y la democracia en Irán.








1 comentario:

Anónimo dijo...

Mujeres esclavizadas
Beatriz W. de Rittigstein

Las autoridades iraníes han lanzado una ofensiva para reprimir a los sectores disidentes, en especial a sindicatos, universidades, medios de comunicación y defensores de los derechos de la mujer. El gobierno de Ahmadinejad justifica su implacable accionar a las supuestas amenazas de un ataque militar estadounidense. Algunos analistas describen las arremetidas como un intento por retroceder a los inicios del triunfo de la revolución islámica en 1979, cuando Komeini desplegaba su celo religioso y una retórica antiimperialista. Recientemente, la policía exhibió a varios jóvenes con signos de haber recibido castigos físicos, acusados de usar franelas ajustadas o cortes de pelo occidentales. El jefe de la policía iraní afirmó que unas 150.000 personas fueron arrestadas en el ámbito de la campaña contra el uso de vestimentas no consideradas islámicas.
Cabe destacar el ensañamiento contra las mujeres. En Teherán pululan las “guardianes del pudor”: mujeres totalmente cubiertas de negro, van acompañadas por policías y vigilan “la modestia” en el atuendo de las iraníes. En las calles, estas abordan a las ciudadanas para que ajusten el chador; que no se les vea el cabello; no “exageren” su maquillaje; consideren los pantalones y sobre todo, los jeans que causan un verdadero problema. Y advierten para que las mujeres salgan de sus casas teniendo cuidado en observar estrictamente “las normas sociales” islámicas. Más que recomendaciones, numerosas mujeres han relatado que a la fuerza fueron llevadas a las comisarias y allí les propinaron golpizas; de hecho, existen videos clandestinos caseros que prueban tales testimonios.
Dada la opresión que sufren las mujeres iraníes, nos resulta inconcebible que en nuestro país, la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, tras conversar con el canciller de Irán, Manuchehr Mottaki, de visita en Caracas, en abril de 2007, reiteró que “el pueblo de Venezuela estará junto al pueblo de Irán”, y añadió: “nuestro pueblo está junto a aquellas naciones que luchan por su independencia”. Obviamente, los venezolanos con ese afán de libertad que nos ha guiado desde nuestro origen como nación y que ha sido parte de nuestra idiosincrasia, somos solidarios con todo pueblo que vea conculcados sus derechos, por lo que nos peguntamos a qué movimiento independentista se refiere la señora Flores ¿Al que se regodea en golpear mujeres apoyándose en una ley arbitraria? ¿Dónde está la solidaridad de género? ¿Con que responsabilidad el poder legislativo se esforzará para erradicar la violencia contra las venezolanas?