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domingo, 25 de enero de 2009

Infumables





Miren primero con detenimiento, un par de minutos o así, las dos imágenes que acompañan sendos artículos que publica hoy El Periódico de Catalunya a ver qué les sugiere antes de entrar faena. Luego, como punto de partida a la reflexión que voy a hacerles lean estos dos comentarios aparecidos en el foro de ABC.


3.Bibi 22/Jan/2009 22:35:15h



Vicente, eso es de las peliculas de holliwood, la realidad es otra y muy diferente, los judios siempre han sido los verdaderos nazis.... leed la enciclopedia de la masoneria, ahi estan nombres y lujo de detalles sobre sus guerras, fraudes, asesinatos..etcetc. lo del holocuento es mentira, por eso esta prohibido investigar, para que no se sepa la verdad! es como la ley patriota del los EEUU d Isrrael, que prohibe investigar los Autoatentados de las torres gemelas, porque fue planificado en casa, en la casa blanca. Sabes vos quien es Zbigniew Brzezinski...



4.Bibi 22/Jan/2009 21:20:16h


solo hay una forma de acabar con los judios, con una estaca en el corazón o balas de plata, el cricifijo ya no les hace ni cosquillas


¿No les parece como a mi que está rebrotando el clásico antisemitismo de corte religioso? Bueno, pues antes de leer los artículos les propongo un juego mas :

[...La intolerancia nació sin inventor, pero el judaísmo la perfeccionó. Transmitida en herencia al cristianismo primero y al islam después, hizo estragos generalizados, porque estas tres grandes religiones han informado la moral y el pensamiento de media humanidad. El cristianismo moderno, secularizado en gran medida, en parte ha logrado dominarla; el islamismo y, sobre todo, el judaísmo, me temo que todavía no.Un judío ortodoxo, con kipá, tzitzits blancos askenazitas y tirabuzones, se sienta a mi lado en un vuelo de American Airlines. Abre un Talmud de considerables dimensiones y se sumerge en una atenta lectura silenciosa. Luego, se cubre cabeza y espalda con el talit, se ata los tefilines en frente y antebrazo y, de pie en el pasillo, inicia la plegaria, Torá en mano. Por dos veces, la azafata le pide que deje libre el paso. Contrariado, se mete semierguido en su asiento y sigue rezando.Tal vez encuentra intolerantes a la azafata y a los pasajeros que aprueban sus indicaciones. A mí me parece impropia la actitud de él. Cierto, en Números 15: 37-41 Yahvé indica a Moisés la manera y ornamentos de orar, pero observar literalmente en un avión instrucciones dadas en el desierto 3.000 años atrás se sitúa entre la intolerancia, el anacronismo y el fundamentalismo. Ahí le duele....]


Disfruten del párrafo, imposible leerlo de corrido, hay que entretenerse en lo que significan cada una de las palabras que escribe Ramón Folch.

¡ Venga! No sean perezosos, leánlo una vez mas. Debe ser molestísimo ir en un avión y encontrar que tu vecino es un judío ultrareligioso, a esos, los progres solo podemos justificarlos si son

Antisionistas ¡ Si no fuera por ellos!

1 comentario:

José Antonio dijo...

De los "comentarios" en ABC. El primero con "vos" y esoterismo judeo-masónico incluido se puede orientar a los numerosos grupúsculos neo-nazis que por allí existen. La historia e importancia del nazismo y fascismo en Argentina es relevante. El otro no domina el castellano, ¿ un árabe tratando de expresarse en ese idioma? A no olvidar la importancia de la colonia siria y líbanesa en Argentina, Chile, etc...

De los "artículos", el de Madrilejos muy típicos de cierta izquierda aún no manifiestamente antisionista y el del "otro" Folch, con obvios reflejos anti judíos más típicos o "carnales" (el judío carnal), son los típicos reflejos del antijudaísmo cristiano en un nuevo laico que se siente muy superior por la pretendida superioridad de sus supuestas creencias sobre las religiosas. Bastante pedestre.

Tanto hablar de antiracismo y de derechos humanos, de relativismo y de mestizaje, y se percibe a la legua sus prejuicios contra esa representación real del Otro, además religioso.

Estas "bellas almas", en algún momento de su existencia, quizá cuando estén más aburridos de sí mismos, pretenderán convertirse en "espirituales", preferentemente budistas, taoístas o seguidores del zen más estético, y eso porque suponen que el grado de exigencia es menor.

Un aburrido de progreso con pretensiones de superioridad