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martes, 4 de septiembre de 2007

El Creyente

The believer, basada en un caso real.

The Believer Escrita y dirigida por Henry Bean. Premio del Gran Jurado en el Sundance Festival. Fué una de las peliculas que mas me ha convulsionado por su temática y por cómo la aborda

Mata a tus enemigos. Quizás de las mejores escenas del film
¿ Viste cómo mataban a tu hijo y no hiciste nada? ¿ Nada?



Son muchas y muy variadas las pelïculas sobre los distintos aspectos de la vida dentro del Judaísmo. Inusitado sin embargo es el tema que en este caso se nos plantea: un joven neonazi, enemigo a muerte de los judíos, al menos en apariencia, y aliado con los llamados "supremacistas blancos" norteamericanos, autor de ataques y agresiones a judíos indefensos, capaz de argumentar su perspectiva con la retórica introducida por las figuras más conocidas del racismo blanco y del neofascismo, y también de presidir una organización y de captar con el fuego de su discurso a nuevos miembros; para colmo, conocedor del Judaísmo, según la teoría de que es necesario conocer al enemigo para combatirlo. Justo el lïder que tal movimiento necesitaría, salvo un detalle: que es judío, aunque lo oculta cuidadosamente. Hay una inspiración real en la historia: hubo efectivamente un judío, Daniel Burros, que se introdujo en el Ku Kux Klan y llegó ser Gran Dragón en tan nefasta organización. Se suicidó en 1965, cuando el diario New York Times descubrió y publicó que era judío. El protagonista de la pelïcula se llama Danny (Daniel) Balent, en clara alusión al caso de Burros......

Lourdes Rensoli escribe sobre esta película dándonos algunas claves filosóficas del tema.

4 comentarios:

Bartleby dijo...

Neguev: Habla de un tipo no por conocido menos interesante, el Sisifo que huyendo de su origen no hace más que perseguirlo, con mucha mayor virulencia que si asumiera las consecuencias de ese origen. Vivir la propia condición (judío, moro, charnego) como un estigma que lo condena a la marginalidad cultural (por acomodada que pueda ser la vida material), hace que el incapaz de asumir esa condición esté condenado a ahondar en sus peores demonios. Empezando por fabricar suplementarios.
Salvando las muchas distancias, se ven en Cataluña cada vez más tipos que, en su camino furioso de integración (es decir, de anulación personal y comunitaria), quieren creer que la figura del charnego está desapareciendo, que la asimilación funciona para bien de sus almas. Y lo pregonan y te lo echan en cara a la menor crítica. Son síntoma de que la fábrica social de asimilación (última fase de la integración tal y como se entiende ésta hoy en día) está a pleno rendimiento. Y la asimilación siempre funciona como perdición. Sin posible redención personal, ése es el problema.

Neguev and me dijo...

Amigo Bart, me parece estupenda su reflexión. El debate identitario es uno de los temas del film, y es también uno de los motivos de mi cita de la película, tal cómo usted señala
Sin embargo, hay otros temas que se desarrollan al par y no son de menor importancia.
Uno: El daño pedagogico que puede derivarse de una pedagogia que no pretende enseñar, sino aleccionar.
Otro: La labilidad de ciertos caracteres para caer en ciertas patologías.
En ambos casos, el personaje de la pelicula es la víctima.
Le agradezco su participación Bart

Ana Nuño dijo...

Anuncio que no tengo nada que ver con este blog. Su propietaria ha difundido la especie de que colaboro con ella en este espacio. Desmiento aquí esa supuesta colaboración.

Johannes A. von Horrach dijo...

Ostras, qué casualidad, Neguev, que ayer colgué algo en mi blog sobre esta película que vi hace años y no me había dado cuenta hasta ahora que te habías referido a ella.

shalom